Este fin de semana, Barcelona fue escenario de una manifestación organizada por la AGCC, que congregó a más de 2000 vehículos en un acto de protesta en defensa de la caza y la vida rural.
El evento causó notables perturbaciones en el tráfico,
Particularmente en la vía C-31 a su paso por L’Hospitalet de Llobregat y en la Gran Via de les Corts Catalanes, llegando a colapsar la concurrida Plaza España y complicando significativamente la circulación durante las horas de la mañana y mediodía.
La manifestación no solo fue un grito en defensa de la caza, sino también un acto reivindicativo en favor de las tradiciones y el modo de vida del mundo rural, que los organizadores sienten que está siendo amenazado por diversas legislaciones y políticas ambientales.
Los manifestantes condujeron en una marcha lenta, estratégicamente pasando frente a la sede del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, evidenciando su descontento y oposición a las políticas gubernamentales que perciben como restrictivas para sus actividades.
La ruta de la protesta culminó en Montmeló, pero no antes de atravesar diversos puntos clave de la ciudad de Barcelona, generando no solo congestión vehicular, sino también llamando la atención de medios de comunicación y ciudadanía sobre las cuestiones y desafíos que enfrenta la comunidad cazadora y rural en la actualidad.
Este acto de protesta, sin duda, destaca la creciente tensión entre las políticas ambientales y climáticas, y sectores que sienten que su modo de vida y tradiciones están siendo injustamente afectadas por estas.
La controversia entre la preservación medioambiental y las actividades tradicionales como la caza presenta un claro desafío para la sociedad y el gobierno, que deben buscar soluciones que equilibren la necesidad de proteger el medio ambiente y, al mismo tiempo, respetar y considerar las formas de vida tradicionales.